domingo, 27 de mayo de 2012

MARCO TEÓRICO DEL CONDUCTISMO


En psicología, el condicionamiento operante es una forma de aprendizaje en la que la consecuencia o acción de la situación es contingente a la respuesta que previamente ha emitido el sujeto. El condicionamiento operante implica la ejecución de conductas que operan sobre el ambiente.

El condicionamiento operante es un tipo de aprendizaje asociativo que tiene que ver con el desarrollo de nuevas conductas en función de sus consecuencias, y no con la asociación entre estímulos y conductas reflejas existentes como ocurre en el condicionamiento clásico. Los principios del condicionamiento operante fueron desarrollados por B. F. Skinner, quien recibió la influencia de las investigaciones de Pavlov y de Edward L. Thorndike.

El conductismo se mantiene bajo el principio que las consecuencias de las conductas  van a retroalimentar las respuestas del  individuo y pueden modificar la probabilidad que se repita la conducta que dio origen a esas consecuencias. Cuando una consecuencia actúa de manera que aumenta la probabilidad de recurrencia de unas respuestas, se dice que obra como un reforzador y que el acto de manifestar esa consecuencia es un refuerzo.

A partir de la hipótesis de que se de un aumento y una disminución en la probabilidad de la conducta futura en el individuo. Se trabajan diversas técnicas para aumentar o disminuir conductas futuras.

Cuando se va a comenzar un tratamiento conductual se tiene que hacer una línea base (observación previa), para así conocer cuales son las conductas inadecuadas que hay que disminuir y cuales son  las conductas adecuadas que puede que no se presenten en el individuo pero se necesiten aumentar.

Reforzador es todo aquello que aumente la probabilidad de recurrencia de unas respuestas. No supone factores internos.

Cada reforzador puede ser positivo (presentar un estimulo agradable para que aumente una conducta futura) o negativo (quitar un estimulo aversivo para que aumente una conducta futura): puede asociarse con un aumento o con una disminución de la probabilidad de una particular emisión de respuesta.
Las reglas que gobiernan la relación entre respuestas y refuerzo se llaman contingencias.
El refuerzo negativo no es lo mismo que el castigo, es el que se recibe cuando se emiten respuestas que ponen fin a hechos desagradables.
El castigo supone "ser golpeado" por una consecuencia adversa [o ser despojado de un reforzador positivo] cuando se emite una conducta específica, y ese hecho constituye una experiencia desagradable.
Se opone al empleo de contingencias de castigo por entender que son ineficaces y tienden a provocar efectos secundarios indeseables, como el de inhibir la conducta deseada.

Skinner distinguió entre cinco tipos de reglas que gobiernan las contingencias entre respuestas y reforzadores:
1- Dar un refuerzo a una respuesta constituye un refuerzo positivo
2- Dar un refuerzo no contingente produce condicionamiento supersticioso
3- Dar un refuerzo adverso
4- Eliminar el reforzador positivo contingente de una respuesta es castigo
5- La eliminación de un estímulo adverso contingente de la emisión de una respuesta es refuerzo negativo.

La extinción del condicionamiento operante consiste en aquella situación en que la contingencia original entre una respuesta y un reforzador toca su fin. La respuesta ya no sobreviene en presencia del reforzador.
Se dedicó a trabajar en torno de la forma [llamada programa de refuerzo] en que se presenta el refuerzo.
El programa de refuerzo es la regla seguida por el ambiente  para determinar cuál de las muchas ocurrencias de una respuesta será reforzada.
Existen varios tipos de programas de refuerzos:
Programa de refuerzo continuo es cuando se refuerzan todas las conductas enseguida que se presenten.
Programa de refuerzo intermitente (PRI) puede ser de dos tipos:Programa de reforzamiento de Razón (se va a presentar después de un cierto numero de conductas) o Programa de reforzamiento de intervalo (se presenta dependiendo de cuanto tiempo pase entre la conducta efectuada y el reforzador).



Figura 1. Esquema de los principales aportes de la teoría del conductismo operante.

En el mundo real, nuestra conducta siempre está bajo el control concurrente de muchos programas distintos y muchos sistemas de refuerzo diferentes.

Desde el punto de vista de los conductistas, la conducta verbal consiste en "respuestas emitidas bajo control ejercido por el estímulo y que tienen consecuencias como estímulos. Los rótulos verbales y las respuestas pueden servir como estímulos discriminativos para nuestras conductas y las de los otros.

Dentro de lo que se conoce como refuerzamiento, extinción  y castigo que son las bases para la modificación conductual existen modelos ya estructurados que pueden presentar combinaciones de los mismos para lograr una mejor efectividad, en el aumento o la disminución de conductas. Las cuales se presentan en la Figura 1 y pueden servir para su investigación futura.

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